domingo, 9 de diciembre de 2018

Mirarnos a los ojos, brindar, darnos un beso y bebernos toda la copa, ese era nuestro ritual, uno que le daba sentido a la cerveza y un mejor sabor a la vida, o creo que era al revés. Sea como fuere, me gustaba esa pequeña rutina en la que caíamos con cada copa.
Empezamos la noche brindando, por ti, luego tuvimos tiempo para romper el hielo y acabar la madrugada brindando por los dos.

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