Tú.

...

 

Tú, tan revolucionaria.

tan en contra de un sistema decadente.

Tú, cóctel molotov en mano, soñabas con estar a luz del fuego que hacía que ardiesen las calles por la noche.

Tú, que hacías que retumbase el asfalto despertando nuestras raíces al son de las dulzainas, sin nadie que te pudiese parar.

Tú, asomando por aquella capucha negra, enseñabas con ganas tus ideales. 

Tú, con tus limites que parecían un arma ya cargada y con el dedo en el gatillo.

 Tú, sin líder, y tan líder de un movimiento, de una respuesta colectiva.

Tú que ladras rabiosa y ruges grandiosa una revolución.

Tú y yo, cerveza en mano, contra todos nuestros miedos. 

 

Thieves.

...

Que lo mejor de todo llega sin avisar, en ocasiones, solo te tienes que girar.

En ocasiones, sólo tienes que cometer una tontería para que aquello que es mejor para ti, resalte por encima de todo.

Que nunca te quedes esperando, la suerte llega a lo loco, y eso, te quedas loco.

Lo mejor que te puede pasar está tan lejos, pero al mismo tiempo, lo tienes al lado.

Solamente tienes que mirar, o darte la vuelta y encontrar lo que deseas, en frente tuya, con toda la curiosidad del mundo.

Te quedas mirando mientras piensas que tanta suerte no es cierta, que quizás, haya una pega.
¿Y qué más da?

Rozas la locura cuando te la juegas sin saber que puede salir, por empezar una historia que no esperabas.

Pasa el tiempo y vas viendo esos brillantes trozitos de su alma, esos detalles que la hace ser tan, no sé, algo así como ideal.

Acabas deseando que entre tus dedos y su pelo se escape el tiempo.

Al final, entre una persona como ella y como tú, suena la misma canción.
Y por fin, tienes con quien cantar.