viernes, 16 de noviembre de 2018

Querida, mis errores me han llevado a mi catábasis. He tocado fondo y no me veo subiendo, es más, creo que he empezado a cavar a ver si puedo llegar más bajo.
Encerrado en mi particular infierno, más jodido que nunca, pero queriendo aparentar que disfruto del calor que me da, fingiendo que no hay llama que me haga arder. Al fin y al cabo llevaba años ardiendo por dentro.
Años fallando sin querer o a veces a propósito, sin intención alguna de solucionar aquello que yo iba destruyendo, hasta acabar destruyéndome a mí mismo.
Quise dar a pensar que yo era imposible de tumbar, y lo era, pero hay cosas que caen por su propio peso, y yo, me derribé.
Te diría que vendería mi alma por ti, pero seamos sincero, nunca tuve una. Pero sí que hay algo que quiero decirte, daría todo lo que viví por volver a vivirte una vez más.
Me despido sin pedirte perdón, puesto que perdí todo derecho a poder dirigirte la palabra.

1 comentario: