Encerrado en mi particular infierno, más jodido que nunca, pero queriendo aparentar que disfruto del calor que me da, fingiendo que no hay llama que me haga arder. Al fin y al cabo llevaba años ardiendo por dentro.
Años fallando sin querer o a veces a propósito, sin intención alguna de solucionar aquello que yo iba destruyendo, hasta acabar destruyéndome a mí mismo.
Quise dar a pensar que yo era imposible de tumbar, y lo era, pero hay cosas que caen por su propio peso, y yo, me derribé.
Quise dar a pensar que yo era imposible de tumbar, y lo era, pero hay cosas que caen por su propio peso, y yo, me derribé.
Te diría que vendería mi alma por ti, pero seamos sincero, nunca tuve una. Pero sí que hay algo que quiero decirte, daría todo lo que viví por volver a vivirte una vez más.
Me despido sin pedirte perdón, puesto que perdí todo derecho a poder dirigirte la palabra.
Mere?
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